Funcionamiento
El WiFi se basa en ondas de radio, exactamente
igual que la propia radio, la telefonía móvil o la televisión. Por lo tanto,
las redes WiFi transmiten información por el aire utilizando ondas de radio.
Ahora bien, las frecuencias que se utilizan
para esta tecnología de conectividad inalámbrica son distintas, concretamente
2,4 GHz hasta el estándar 802.11 n y 5 GHz en 802.11 a. Actualmente, aunque los
5 GHz proporcionan unas prestaciones superiores, se utilizan ambas frecuencias
y, además, en los equipos de mayores prestaciones se combina la transferencia
de datos por ambas bandas.
Por lo tanto, cuando vamos a descargar un
archivo o solicitamos cierta información a través de una red WiFi, nuestro
router recibe los datos de Internet a través de nuestra conexión y
posteriormente los convierte en ondas de radio. De esta manera, el router emite
estas ondas y el dispositivo inalámbrico que ha solicitado la descarga de ese
archivo o información, las captura y decodifica.
Ahora bien, estas ondas pueden ser
interrumpidas por ciertas interferencias causadas por otras redes WiFi o por
diferentes aparatos electrónicos como hornos microondas, neveras, televisores o
teléfonos inalámbricos, entre otros. De ahí que se insista siempre en analizar
bien dónde vamos a colocar nuestro router en casa para tener la mejor conexión
inalámbrica posible y evitar ciertas interferencias.